Las inmediaciones del Palacio Nacional, residencia oficial del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, han sido escenario este viernes de una protesta convocada por movimientos de mujeres para reclamar medidas que reduzcan las elevadas tasas de feminicidio, en plena polémica por la posible reforma del tipo penal.
Al grito de "Ni una más", feministas y familiares de víctimas se han concentrado ante el Palacio Nacional, donde se han efectuado pintadas que cargaban contra el "Estado feminicida" y recordaban a Ingrid Escamilla, asesinada y desollada por su pareja y símbolo ahora del movimiento.
La polémica que rodea el caso de Escamilla, de cuyo cadáver se difundieron imágenes degradantes, se suma al debate abierto por la propuesta del fiscal general, Alejandro Gertz Manero, de revisar el delito de feminicidio, contemplando incluso su eliminación para reconvertirlo en un homicidio agravado y así supuestamente favorecer su aplicación.
López Obrador se ha referido al tema en su rueda de prensa diaria, donde ha mostrado "respeto para el movimiento feminista". "Estamos atendiendo el problema de los feminicidios, celebramos que las mujeres defiendan su derecho a la seguridad, no es nuestro propósito ofender a nadie", ha subrayado, según el diario 'Milenio'.
"No se van a modificar las leyes para aminorar el castigo a delincuentes, estoy en contra del machismo", ha prometido el mandatario, de cara a un fin de semana para se han convocado nuevas movilizaciones en distintos puntos de México.